La Ley 3545 de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria (LRCRA) postulaba la titulación y dotación de territorios de propiedad colectiva, en contraposición a titulación individual de pequeñas, medianas y grandes propiedades agrarias, fomentando el individualismo, la mercantilización y la fragmentación de la tierra en el país.
El objetivo de la LRCRA era reconstituir territorios indígena originario campesinos (TIOC) mediante la redistribución de propiedades comunitarias o colectivas indivisibles, imprescriptibles, inembargables, inalienables. El mandato constitucional era reconstruir TIOCs ancestrales que comprenden áreas de producción, aprovechamiento y conservación de recursos naturales a fin de cohesionar y consolidar la identidad cultural y poder político de las comunidades para que desarrollen nuevas formas de reproducción económica y social alternativas al capitalismo.
Desde los primeros años de gobierno de Morales, la LRCRA y el TIOC han sido duramente combatidos por grandes propietarios aglutinados en gremios agroempresariales, y por cúpulas del sindicalismo campesino vinculadas al gobierno del MAS. El ex viceministro de Tierras Alejandro Almaraz dijo que los "latifundistas “blancos” y los latifundistas “originarios” defienden intereses de clase antagónicos, pero comparten una causa fundamental: ambos bandos pretenden legalizar el mercado de la tierra, condición imprescindible para acumular propiedades agrarias individuales.